El telescopio James Webb acaba de encontrar pruebas contundentes de vida extraterrestre en un planeta distante
La perspectiva de que exista vida más allá de la Tierra ha capturado la imaginación de la gente durante siglos. Los extraterrestres sirven como base para algunos de los programas de radio, programas de televisión y películas más entretenidos de la era moderna.
Cuando HG Wells narró su pieza fundamental “La guerra de los mundos” en una transmisión de radio en 1938, por ejemplo, muchas personas comenzaron a entrar en pánico, creyendo que los extraterrestres estaban invadiendo la Tierra. Años más tarde, un misterioso accidente de "ovni" en Roswell, Nuevo México, ocupó los titulares internacionales, y los turistas todavía viajaban a Roswell para cazar ovnis y visitar su museo de ovnis.
Poco después del accidente ovni en Roswell, el Área 51 se convirtió en un nombre familiar, y la gente inventó una larga lista de teorías de conspiración sobre la base militar. Pero a medida que la tecnología avanza rápidamente, la perspectiva de vida extraterrestre ha pasado del ámbito de la ciencia ficción al de la plausibilidad. El muy avanzado telescopio espacial James Webb hizo recientemente un descubrimiento que podría demostrar que los humanos no estamos solos en el universo.
Un descubrimiento revolucionario podría demostrar que las personas no están solas en el universo
Los científicos llevan mucho tiempo atribuyendo la teoría de que existe vida fuera de la Tierra a la ciencia ficción, sin evidencia concreta que demuestre lo contrario. Sin embargo, un equipo de astrónomos que utilizó el telescopio espacial James Webb descubrió recientemente que un planeta distante llamado K2-18b, que orbita una estrella enana roja conocida como K2-18, podría albergar vida. Aunque K2-18 y K2-18b se encuentran a más de 124 años luz de distancia, los investigadores descubrieron en 2019 que K2-18b se encuentra en la zona habitable y contiene vapor de agua, lo que lleva a los científicos a plantear la hipótesis de que el planeta tiene grandes océanos de agua debajo de una atmósfera rica en hidrógeno.
Recientemente,El astrónomo Nikku Madhushan de la Universidad de Cambridge analizó sus hallazgosdonde él y su equipo de investigación encontraron evidencia de la presencia de dióxido de carbono y una sustancia química llamada sulfuro de dimetilo (DMS). Madhusudhan y su equipo encontraron DMS utilizando sensores en el telescopio James Webb, que tienen la capacidad de determinar la presencia de ciertas sustancias químicas determinando las longitudes de onda de la luz que emiten los cuerpos celestes.
El DMS existe en la Tierra y sólo se crea como un subproducto de ciertos organismos, como el fitoplancton, lo que significa que su presencia en K2-18b podría servir como prueba irrefutable de vida en otro planeta, aunque sea vida simple. Nikku Madhusudhan destacó la importancia de este hallazgo en una conferencia de prensa reciente, afirmando que "lo que estamos encontrando es una línea de evidencia independiente en un rango de longitud de onda diferente con un instrumento diferente de posible actividad biológica en el planeta".
“Lo que estamos encontrando es una línea de evidencia independiente en un rango de longitud de onda diferente con un instrumento diferente de posible actividad biológica en el planeta”, – Nikku Madhusudhan
No todos los científicos están convencidos de que existe vida extraterrestre en K2-18b
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Aunque los hallazgos de Nikku Madhusudhan tienen el potencial de revelar la presencia de vida fuera de la Tierra, se necesitan más datos para llegar a una conclusión definitiva. Incluso Madhusudhan admitió que los científicos necesitarán realizar más estudios para demostrar que existe vida en K2-18b. Según él y su equipo, su descubrimiento de DMS en K2-18b tiene un nivel de confianza estadística de tres sigma, lo que significa que el descubrimiento tiene una probabilidad de 3 a 1000 de ser falso.
Normalmente, se requiere un nivel de confianza sigma cinco para demostrar la validez de un descubrimiento, lo que equivale a una probabilidad de 1 entre 3,5 millones de que los datos sean una casualidad. Este nivel relativamente bajo de confianza estadística ha hecho que algunos científicos pongan en duda los hallazgos de Madhusudhan y su equipo, señalando que se necesitan más estudios para confirmar este descubrimiento revolucionario. Aunque muchos científicos coinciden en que se necesitan más estudios para confirmar la presencia de DMS en K2-18b, Madhusudhan y su equipo abrieron la puerta a lo que podría ser el primer descubrimiento de vida fuera de la Tierra.
El mayor obstáculo para los investigadores es que K2-18b está a 125 años luz de la Tierra, lo que significa que ninguna sonda o misión tripulada podría explorar de manera realista este planeta distante. Sin embargo, los científicos tienen planes de realizar estudios en cuerpos celestes mucho más cercanos a la Tierra, incluida la luna Europa de Júpiter y la luna Encelado de Saturno, que los científicos creen que contienen vastos océanos subterráneos de agua líquida. Las sondas ya han pasado por estas lunas y futuras expediciones a ellas podrían proporcionar la primera evidencia de vida más allá de la Tierra.
El descubrimiento de vida fuera de la Tierra cambiaría la humanidad y la ciencia para siempre
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Los científicos han cuestionado durante mucho tiempoLo que significaría para los humanos si se encontrara vida extraterrestre.En resumen, el descubrimiento de vida en otro planeta o luna distante demostraría que la vida no es exclusiva de la Tierra, un descubrimiento que cambiaría fundamentalmente la forma en que muchas personas ven a la humanidad. Aunque ninguna sonda o astronauta podría llegar de manera realista al distante mundo de K2-18b, los próximos estudios en varias lunas de Júpiter y Saturno podrían encontrar vida dentro de nuestro propio Sistema Solar.
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